VISITAMOS ...

ARCVA, Museo nacional de cultura subacuática.
Hace unas semanas estuvimos en Cartagena y entre otras cosillas visitamos este museo recientemente inaugurado, motivo por el cual la entrada era gratuita, y como no está el horno para bollos, nos beneficiamos de estos detalles...
Aprovechando el buen tiempo pasamos el día paseando en la ciudad y regresamos después de disfrutar de unos dulces marroquíes que compramos en un mercado medieval.
Nos hemos interesado por conocer el origen de esta ciudad portuaria que en otro tiempo formó parte de Cartago, colonia fenicia que llegó a ser una gran potencia rival de Roma.
Fundada sobre un asentamiento anterior ibérico o tartesio por el general cartaginés Asdrúbal alrededor del 228 a.C como Qart Hadasht (ciudad nueva), fue extraordinariamente codiciada por sus importantes yacimientos minerales de plomo y plata. Tras la conquista romana pasó a llamarse Carthago Nova y después de la dominación bizantina Carthago Spartaria.
Esta visita nos ha animado a indagar un poco en la época fenicia (1190 a.C. al 420 a.C).
Lo primero que descubrimos es que los fenicios vivían en una zona que ahora forma parte de Siria, Líbano e Israel. Expertos navegantes, establecieron colonias por el mediterráneo. La legendaria fundadora y primera reina de Cartago (una de estas colonias)fue la mitológica Dido.
Eran hábiles artesanos y los mayores comerciantes del mundo antiguo.

El museo de la ciudad da cuenta de esta realidad gracias a los restos de dos yacimientos subacuáticos situados en La Manga del Mar Menor y Mazarrón.
Uno de los barcos encontrados en Mazarrón, se halla completo (con el ancla y el cargamento interior incluído).
La imagen de arriba son ánforas, recipientes utilizados desde la época fenicia para transportar mercancías líquidas y semilíquidas. Su uso perdura hasta su posterior sustitución en épocas medieval y moderna por el tonel de madera.
La imagen de abajo Fenicia y sus colonias.





Esta imagen corresponde a unas piezas que forman parte de un conjunto de trece colmilos de elefante de época fenicia que atestiguan la llegada de marfil a la costa mediterránea de la Península Ibérica entre los siglos VII-VI a.C. Cuatro de ellos poseen la particularidad de mostrar inscripciones fenicias.





Estas imágenes son parte de una bonita recreación de lo que debió ser el puerto de Cartago Nova; dan muestra de la vitalidad comercial de la época.
Como siempre, nos sorprendemos con el hechizo de investigación.
Es fantástico descubrir que hacia el año 1000 a.C los fenicios ya habían desarrollado un alfabeto de 22 consonantes, que los griegos añadieron más tarde las vocales, que después los romanos adaptaron la versión griega para escribir en Latín y que ésa es la base de nuestro alfabeto actual.




Subimos a la parte más alta de la ciudad, las vistas eran muy bonitas, mi mente viajó a otra época, fue fantástico imaginar lo que sería aquel lugar sin coches, ruidos del tráfico, contaminación, edificios,...tuvo que ser una gozada vivir en un lugar así.

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