SOCIALIZACIÓN

Hace unos días rellené una encuesta para familias homeschoolers, y cuando llegué a la famosa pregunta de la socialización, me pareció un chiste. Acababa de llegar del mercado, había multiplicado el tiempo previsto para una actividad de este tipo, ¿el motivo? un ángel llamado Iván.

Cuando no habíamos recorrido ni diez metros accede a su primer contacto, una amiga de setenta y muchos mimos, que se alegra enormemente de recibir las dulces palabras del pequeño viandante (que tardó en comenzar a hablar, sin duda, para elegir las más bellas palabras).
Unos metros más y en la plaza una señora que a pesar de producir desconfianza en Iván, inicia un pequeño diálogo que Iván mantiene con la distancia que corresponde a la situación, despedida cordial y nueva parada en la plaza del Ayuntamiento.

Esta vez un varón, vecino que me vió crecer y que saluda con cariño al pequeño Ívan como él lo llama, un cruce de palabras (todo en su media lengua, lo cual no hace sino aumentar el mérito) y continuamos este periplo.

LLegamos al banco, Iván piropea a todas las "niñas guapas"(¿hay alguna que no lo sea?), salimos tan contentos y por fin llegamos sin saltarnos las decenas de saludos que nos restaban para llegar a nuestro destino.

En cuanto Ibrahiem( que atiende el puesto de zapatos) ve al cachorro se apresura a besarlo amorosamente, con tanta ternura como la que él despierta; intercambian una palabras, y ayudo a Iván un poquito, porque nuestro amigo se lo quiere comer ( igual que yo). El protagonista mantiene el tipo como puede y se despide amablemente, porque no le gusta ser devorado ...

Mientras atravesamos el mercado nos cruzamos con una joven vecina ante la cuál no puede dejar de platicar un poco; unas palabritas con algún que otro puesto y ... regresamos.

Lo hacemos por calles vacías, y cuando parecíamos estar al final de la aventura, el guapetón me señala el herbolario, ¿quieres comida? no ¿quieres ver a la nena? sí. Allá vamos, entramos con la única intención de ver a la niña guapa (la dueña del herbolario) pero después de contarle, con mi ayuda, unas cuantas novedades de su vida, decide cumplir con la amable señorita y le hace gasto (como se dice por aquí).

¿Esto no tendrá algo que ver con la socialización, ¿verdad?

No sólo socializan estupendamente sino que hacen que nosotros también lo hagamos. Después de experimentar el cambio que se hizo en mi vida social tras el nacimiento de mi primer cachorro, yo lanzo esta pregunta ¿se puede ser antisocial con semejantes criaturas cerca de tí?

Ellos hacen que recuperemos nuestra sociabilidad.

Esta es mi experiencia, como no voy a reír ante la pregunta ¿y cómo socializan?

En la foto de abajo Iván ha decidido libremente visitar a su abuela (que vive en la casa de al lado) y cuando me asomo...


¡QUE ALGUIEN ME DETENGA ... QUE ME LO COMO!

6 comentarios:

zait dijo...

Si no saludasteis también al cartero, la socialización no es completa. :-)

NATALIA dijo...

Otro chiste! ja, ja, ja.....

marcela dijo...

me quedo con tu frase:"No sólo socializan estupendamente sino que hacen que nosotros también lo hagamos"

es verdad!!!

1beso guapa

NATALIA dijo...

Un beso Marcela.

Jose Mari Carrillejo dijo...

Realmente el concepto que esta "sociedad" tiene de la socializacion es muy curioso.
Yo personalmente creo que solo un ambito artificial, como es el cole, puede impedir a los niños que se socializen naturalmente.

NATALIA dijo...

Sabias palabras Jose Mari.

Publicar un comentario