CÓMO NOS LLEGA LA HISTORIA

Durante mi etapa escolar me asaltaban muchísimas dudas, tenía necesidad de comprender muchas cosas que nadie me explicó.
En casa no podía resolverlas por falta de recursos y en el colegio me sentía insegura, y cuando alguna vez me atrevía a preguntar, no quedaba tiempo para responder; a veces sentía que mi mano alzada, como la de otros compañeros, no era visible para el maestro.
Abandoné la idea de preguntar porque, cuando por fin conseguías formular tu pregunta, algunos profesores se apresuraban por ridiculizarte (eso sin contar con algunos "compañeros", que aprovechaban la ocasión...)
Ahora me siento enormemente afortunada, tengo acceso a cualquier información, puedo investigar y resolver cualquier duda, es fantástico.
A veces después de haber indagado en la historia, me apresuro a compartir con mis cachorros, y de manera apasionada les leo sucesos que he descubierto, a veces les apasiona tanto como a mí y otras me ponen en mi sitio "mamá no me interesa" y entonces no me queda más remedio que iniciar mi retirada (me costó dominar este hechizo, pero ¿quién mejor que ellos para decidir lo que están en condiciones de digerir?).

He observado que suelen sentir interés cuando les cuento los hechos con mis palabras, adaptándolos a su entendimiento.
A mí también me gusta mucho esta forma de hacerlo. Me siento como el anciano de la tribu que cuenta viejas historias.
La verdad es que no aspiro a acumular conocimientos enciclopédicos en sus cabecitas, surge de forma espontanea, siento el deseo de compartir lo que descubro, a veces son ellos los que me lo piden y en última instancia supongo que a ellos les puede ser útil igual que a mí.

Así es como nos llega la historia, además de documentales, visitas a diversos lugares que encierran parte de la historia de la humanidad...


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